Si, todavía hay amor. Me repito una y
otra vez... y ciertamente me lo creo. Desoigo las voces desalentadas, agriadas
quizás, de quienes hace tiempo firmaron el Acta de Defunción de este
sentimiento, al cual muchos claman y no todos llegan a abrazar. No hago caso de
circunstancias adversas, calamidades económicas o mezquindades humanas. A él
todavía lo distingue la misma prominencia de antaño, aun cuando hoy como ayer
haya quien se afane en ignorarlo.
Es cierto, algunos corazones cobijan un
cariño deslucido y efímero cuando este se despierta solo movido por interés en
cierta retribución. Otros, parecen contagiados del más sublime afecto mientras
la dicha y la prosperidad imperan, pero se agitan, se rompen y caen en pedazos
por el suelo, cuando llega el vendaval de la mala racha.
En cambio, como nosotros, las almas
valientes, sortean obstáculos y llevan a cuestas, no sin dolor, su carga.
Acortan distancias, vencen prejuicios, cortan las cizañas que les crecen en
derredor y se afirman. No nos engañamos, nadie prometió un camino fácil. El amor
lo sabe, es sufrido, como ya te dije en un correo el 14 de febrero citando la
Biblia. Pero lo confiados en la esperanza, nosotros apostamos por él,
convencidos de cuán invisible resulta a los ojos. Si Bebi, el autor de El
Principito, esa increíblemente bella novela, dijo: El Amor es invisible a los
ojos, solo se puede ver con el corazón.
Yo hace dos años que estoy viendo con mi
corazón, porque hace dos años que estoy viendo con los ojos del amor: Mi amor
por ti.
Si Bebi, todavía hay amor, replico, a
pesar de estos tiempos harto difíciles, cuando la cólera y el odio seducen con
artimañas renovadas e intentan hacernos creer que de él ya no queda memoria;
cuando casi nadie desea “ponerse de almohada para el cansancio de cada día”
donde repose el ser amado, y cito a la gran poetisa del amor Dulce María Loynaz
y también del mismo poema del que te hablé en esa ocasión.
Si cucuzi, todavía hay y habrá amor. El
siempre permanecerá, paciente, despojado de envidias, vanidades, egoísmos y
rencores, crédulo, humilde, justo, veraz...
Bebi, yo creo en el amor, porque tu me
has hecho creer en él!!!
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