Wednesday, February 20, 2013

AÚN HAY AMOR

Si, todavía hay amor. Me repito una y otra vez... y ciertamente me lo creo. Desoigo las voces desalentadas, agriadas quizás, de quienes hace tiempo firmaron el Acta de Defunción de este sentimiento, al cual muchos claman y no todos llegan a abrazar. No hago caso de circunstancias adversas, calamidades económicas o mezquindades humanas. A él todavía lo distingue la misma prominencia de antaño, aun cuando hoy como ayer haya quien se afane en ignorarlo.

Es cierto, algunos corazones cobijan un cariño deslucido y efímero cuando este se despierta solo movido por interés en cierta retribución. Otros, parecen contagiados del más sublime afecto mientras la dicha y la prosperidad imperan, pero se agitan, se rompen y caen en pedazos por el suelo, cuando llega el vendaval de la mala racha.

En cambio, como nosotros, las almas valientes, sortean obstáculos y llevan a cuestas, no sin dolor, su carga. Acortan distancias, vencen prejuicios, cortan las cizañas que les crecen en derredor y se afirman. No nos engañamos, nadie prometió un camino fácil. El amor lo sabe, es sufrido, como ya te dije en un correo el 14 de febrero citando la Biblia. Pero lo confiados en la esperanza, nosotros apostamos por él, convencidos de cuán invisible resulta a los ojos. Si Bebi, el autor de El Principito, esa increíblemente bella novela, dijo: El Amor es invisible a los ojos, solo se puede ver con el corazón.

Yo hace dos años que estoy viendo con mi corazón, porque hace dos años que estoy viendo con los ojos del amor: Mi amor por ti.

Si Bebi, todavía hay amor, replico, a pesar de estos tiempos harto difíciles, cuando la cólera y el odio seducen con artimañas renovadas e intentan hacernos creer que de él ya no queda memoria; cuando casi nadie desea “ponerse de almohada para el cansancio de cada día” donde repose el ser amado, y cito a la gran poetisa del amor Dulce María Loynaz y también del mismo poema del que te hablé en esa ocasión.

Si cucuzi, todavía hay y habrá amor. El siempre permanecerá, paciente, despojado de envidias, vanidades, egoísmos y rencores, crédulo, humilde, justo, veraz...

Bebi, yo creo en el amor, porque tu me has hecho creer en él!!!

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